viernes, 28 de agosto de 2015

Segunda entrega: de viaje por Valparaíso

Valparaíso es una ciudad marítima que se despliega entre los cerros y el mar. En el cerro Alegre, zona de calles empinadas y retorcidas, con casas de colores que nos hacen recordar a las de la Boca y a las casillas de chapa de Berisso y Ensenada pero con aires ingleses, se encuentra uno de los recorridos turísticos de la ciudad. Las paredes y muros están cubiertas con murales y graffitis como una gran galería de arte al aire libre. 





En un recodo de una calle que me lleva hacia algún lugar, descubro la librería Metales pesados –que ya había conocido en Santiago- y para mi sorpresa tiene un sector para niñxs bastante bien provisto.
En medio de tantos títulos para niñxs, encuentro un bello libro titulado Al vuelo de Isabel Hojas inspirado en la obra del pintor chileno Nemesio Antúnez editado por la editorial chilena Hueders Niños en 2014.  


La autora e ilustradora Isabel Hojas recreó e intervino la obra de este artista plástico chileno -nacido en 1918 y fallecido en 1993 que estudió en Francia, Estados Unidos y regresó a Santiago para pintar su tierra- en este libro de bellas imágenes en el que Nemesio es un niño distraído que vuela con su imaginación y viaja dentro de sus cuadros. Al final del libro podemos conocer más de la vida y obra de Nemesio Antúnez gracias a la inclusión de una biografía y de reproducciones de algunos de sus cuadros más famosos como “La medida del negro” (1976), “Volantines en Lo Curro” (1983) y “La sopa” (1951) entre otros.



Al vuelo es un bello libro que atesora hermosas imágenes que son poesía. 

lunes, 24 de agosto de 2015

Primera entrega: de viaje por Santiago de Chile

En estas vacaciones de invierno, estuve de viaje unos días en Chile – en Santiago y Valparaíso-. Como es habitual cuando viajo, las librerías siempre son un recorrido que no dejo de hacer. Santiago se caracteriza por ser una ciudad con muchas librerías, tanto de viejo como de libros nuevos.


Uno de los lugares que visité varias veces en Santiago es el Centro Cultural de La Moneda, justo debajo del Palacio de la Moneda, inaugurado por el ex presidente Lagos que hoy reúne no solo un museo de artes visuales sino también galerías, tiendas de artesanías, bares y la tienda del centro cultural donde no solo se pueden adquirir artesanías y obras de arte y diseño de autor sino también libros.

Revisando los libros expuestos, en un sector encontré libros para niñxs. Y allí, me sorprendí con La cenicienta de Gabriela Mistral con ilustraciones de Bernardita Ojeda y comentario crítico de Manuel Peña Muñoz, editado por la editorial chilena de libros para niñxs Amanuta en 2014. El texto de Mistral se publicó por primera vez en “Lecturas Dominicales” del diario El Tiempo de Bogotá en 1926.


Este libro es una nueva adaptación del clásico infantil, en base al cuento de Charles Perrault, donde la autora chilena despliega su poética recreando el relato tradicional en versos. Una característica de este texto es que, por un lado, narra la escena del baile en dos oportunidades; por otro lado, la descripción de los ambientes y los personajes es detallada y con elementos que remiten al contexto cultural chileno como, por ejemplo, en vez de oro y plata describe los tocadores como de “cobre y plata” o giros lingüísticos latinoamericanos –“¡Ay!, qué callada la noche/para oírse el corazón, /¡la Cenicienta que llora/apegadita al fogón!”, “del fogón iba a la puerta/empinadita del ansia”- o bien el uso de la metáfora como recurso retórico que le imprime al texto cierto misterio y, además, despliega múltiples sentidos –como, por ejemplo, “Y aquella misma mañana/desposó el príncipe Sol/ a María Cenicienta/veladora del tizón/hija de ninguna madre,/desnudita hija de Dios…”.
Las ilustraciones de Bernardita Ojeda de colores contrastantes y con una estética de cómic acompañan el relato en verso.

La Cenicienta de Gabriela Mistral es otra versión del clásico infantil que vale la pena conocer.




viernes, 7 de agosto de 2015

Cada loco con su tema

Desde tiempos inmemoriales los pueblos han inventado frases que, de algún modo, dan cuenta de comportamientos o modos de ser como son los refranes y proverbios. Se han ido transmitiendo de generación en generación, o de boca en boca, y hoy nos encontramos con algunos que todavía perviven y otros que, de a poco, han ido desapareciendo. Los refranes y proverbios forman parte, podríamos decir, del folclore infantil y están muy presentes en las poéticas de algunxs autorxs como, por ejemplo, Ricardo Mariño o Adela Basch.


Refranario. Campanario donde se tañen refranes de Flavia Tomaello (Abran Cancha, 2012) es un hermoso libro donde los refranes y proverbios se dan cita en versos y poesías. Como cuenta la autora “un día que no tenía nada que hacer, empecé  a jugar con las palabras, los refranes y los proverbios. Se me ocurrió pensar que era más fácil aprendérmelos si los convertía en pequeñas poesías”, así surgió este libro.

Página a página nos encontramos con poesías que llevan por título famosos proverbios y refranes como “A falta de pan, buenas son las tortas”, “A caballo regalado no se le miran los dientes”, “Cada loco con su tema”, “A quien le pique que se rasque”, entre muchos otros. Como un juego de lenguaje y de sentidos, la autora incluye -además de en el título- en los primeros versos el refrán o proverbio y a partir de ahí, a través de asociaciones semánticas o fónicas o relaciones de sentido disparatadas va configurando los poemas-refranes. 
Así, por ejemplo, “La mala noticia viene como saeta” juega con las asociaciones fónicas a partir del término “saeta” jugando con la rima y con la oposición entre buena y mala noticia: “La mala noticia viene como saeta./La buena, como carreta./ La mala corre carreras./La buena pasa por afuera./ La mala golpea la puerta. /La buena espera que esté abierta./Si querés huir de una mala,/azotala con una pala. /Si querés atrapar una buena,/preparale una rica cena.”

Las ilustarciones geométricas de Silvia Lenardón refuerzan el efecto humorístico de las poesías a partir de las escenas cómicas o irónicas que acompañan o dialogan con los textos.

Leer Refranario de Flavia Tomaello es otra forma de acercarse a la poesía, a los juegos del lenguaje, a los sentidos múltiples.E l espíritu de los refranes-poesías es mantener viva la memoria del folclore y acercarse al lenguaje y la palabra a través de lo lúdico y el juego.

Refranes como poesías, poesías como refranes, de eso se trata Refranario , un libro de poesías distinto, original y divertido.

¿Qué refranes conocen? Y ¿cuál es su preferido?