viernes, 17 de julio de 2015

Recorrido por la 25° Feria del Libro infantil y juvenil



Mañana con sol para enfrentar el frío e ir a visitar, otra vez, como todos los años, la Feria del libro infantil. Este año en dos lugares: Polo Circo y Tecnópolis. Elijo Polo Circo (Av. Juan de Garay 2200) no muy lejos de mi casa.


Llego y me sorprende gratamente la cantidad de micros escolares que hay estacionados sobre la avenida. Y, ya en la entrada, niños y niñas con sus maestras y maestros por entrar.


Ni bien entro a la carpa central donde están los estands de libros, encuentro las vitrinas con ediciones de distintas épocas y formatos rememorando los 150 años de Alicia en el país de las maravillas, uno de mis libros preferidos. Me acerco a las vitrinas y me sorprendo de las diversas ediciones que se exponen. Es un buen comienzo para el paseo.


Camino unos pasos y me choco con el estand de Colihue, que como siempre tiene ofertas de 3 libros por $110 o $125, dependiendo de la colección. Miro un poco y sigo el recorrido.
Este año me propuse comprar fundamentalmente textos de poesía, así que en cada estand busco un poco y no siempre tengo suerte.
Unos pasos más adelante, me detengo en Libros del Zorro Rojo y me deleito con sus ediciones cuidadas y exquisitas. Me quedo un rato mirando La biblioteca perdida  y Sueño de Murakami, las ediciones ilustradas de La Condesa Sangrienta de Alejandra Pizarnik y La metamorfosis de Kafka, entre otras.
Sigo caminando y veo a lo lejos el estand de Calibroscopio. Descubro El punto de Peter Reynolds perdido entre tantos otros libros. Miro a ver si hay algo de Jimmy Liao que no tenga, pero no tengo suerte, está Hermosa soledad pero por suerte ese ya lo tengo. Elijo de Ediciones Mágicas Naranjas tres hermosos libros a solo 68$ cada uno con el descuento para docentes: Variaciones de la luz de Diana Bellessi con ilustraciones de Pablo Ramírez Arnol, Noctilucas de Walter Cassara con imágenes de Hilda Fernández Oreiro y María Valeria Chinnici y Música amable al fin de Irene Gruss con ilustraciones de mi querida Cecilia Afonso Esteves. 
Sigo mirando y me tiento con ¿Dónde está mi zapato? del ilustrador y autor alemán Tomi Ungerer que con el descuento me sale $177.




A unos pocos pasos, me encuentro con el estand de Fondo de Cultura que en un minuto es invadido por niños y niñas que se tiran al piso a leer los libros que van eligiendo de los estantes. Es hermosa esa imagen de un estand pequeño tomado por las lecturas y lxs lectorxs. Ahí elijo tres libros de poesía: Huellas de pájaros de Ramón Iván Suárez Caamal con imágenes de Mauricio Gómez Morin, ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía para niños 2010;  Un pajarillo que canta con versos de Ricardo Yáñez seleccionados e ilustrados por el pintor Carlos Pellicer López y, también del mismo artista plástico, elijo Este verde poema con versos de Aurelio Arturo. 


La búsqueda de poesía me lleva hacia el estand de Abran cancha y Ricerchail, donde elijo tres libros de poesía de la editorial de Adela Basch: Hojas sobre la almohada de Natalia Méndez, Refranario de Flavia Tomaello y La oveja imaginaria de Beatriz Actis –cada uno al módico precio de $52-.


Y para cerrar el paseo, me doy una vuelta por el estand de la Cámara del libro donde encuentro Las dos ventanas de Esteban Valentino y Marina Aizen de Libros del Eclipse a solo $95.
En medio de la caminata me cruzo con la Librería de las Luces donde descubro en un anaquel a solo $30 El topito Birolo y en la Librería El túnel libros de oferta donde se destacan historietas y clásicos infantiles.
Un paseo donde algunas editoriales multinacionales no están pero sí, por suerte, hay descuentos para docentes de entre el 15 y 20% y, sobre todo, a diferencia del espacio donde se realizó el año pasado, los posnet funcionan y hay calefacción –eso sí, un poco alta-.

Mucha poesía para leer estas vacaciones y, tal vez, con un poco de suerte, en las próximas semanas me gustaría darme una vuelta por Tecnópolis para ver qué otras sorpresas me esperan.


Espero que les haya gustado el recorrido y espero sus impresiones de esta nueva edición de la feria.  

miércoles, 15 de julio de 2015

Historias de miedo

A lo largo del tiempo, las historias de miedo fueron la forma que tuvieron los hombres y mujeres para conjurar los temores de cada época, la manera a través de la ficción de hablar de los miedos que los acechaban a la vuelta de la esquina. ¿Cómo dar cuenta de los miedos contemporáneos desde la literatura? ¿Qué historias contar para hablar de lo que nos pasa y nos aterroriza en la vida cotidiana?


Cuentos para temblar de Estela Smania (Comunicarte, 2014) con ilustraciones de Ana Luisa Stok se propone narrar historias que dan miedo, aterrorizan y, de algún modo, buscan relatar esos miedos que tenemos en la vida contemporánea de una manera nueva, original y poderosa.

Así, a medida que vamos recorriendo el libro, nos encontramos con historias que nos dejan sin aliento –reforzadas por las imágenes sugerentes en una paleta en contrapunto rojo y negro-, incómodas y que nos llevan a estar alertas. En este sentido, el epígrafe ya es una invitación a temblar: “Mientras lees, alguien está parado a tu lado”.  
Algunos de los cuentos incluidos en el libro son: “Más allá de las vías” relata la historia de un niño muerto y su doble, “El Talliem real” es la historia de un libro que su sola presencia hace temblar al narrador, el tema del doble y la muerte joven también aparece en “Juan Cruz le decían a Lito”, en “El revés de las cosas” Smania se anima a contar una historia con un padre desaparecido y “Mister Larsson” narra una historia real ficcionalizada donde la trata de niñas está como telón de fondo, entre otros relatos.

Cuentos para temblar es una buena oportunidad para ampliar el canon de textos de terror pero, en este caso, incluyendo temáticas que nos confrontan con la cruda realidad social.
Para conocer un poco más de la obra de esta poeta y narradora, pueden recorrer su página web: http://www.estelasmania.com.ar/

¿Qué otros cuentos de miedo los/as han dejado sin aliento?


lunes, 13 de julio de 2015

Un caballero para viajar a la imaginación

Releyendo la introducción del libro de Gabriela Larralde Los mundos posibles (Título, 2014) en el que aborda la literatura LGTBBI para niñxs, ella recuerda la lectura en su infancia de Historia de un primer fin de semana de Silvia Schujer, publicado por primera vez en 1991, donde podía reconocer su familia de padres separados en la familia de Violeta y Daniela. Una novela donde Schujer daba cuenta de una historia del primer fin de semana que dos niñas pasan con su padre, luego de la separación. Unos años después, en 1999, la escritora cordobesa Lilia Lardone Caballero negro – reeditada por Comunicarte el año pasado con ilustraciones de Claudia Degliuomini- ganadora del Premio Latinoamericano de LIJ Norma/Fundalectura, Bogotá en 1999.


En esta nouvelle, se narra la situación de Luciano, a partir de la crisis de pareja de sus padres y, su relación con su amigo Flaco que sufre las consecuencias en su familia del desempleo de su padre. Luciano, con las piezas de su rastri construye un castillo que lo lleva hacia otra realidad, hacia la imaginación, como forma de evadirse de la vida cotidiana que lo abruma. La construcción del castillo de rastri lo introduce en otro plano -y el relato se estructura a partir de allí en dos niveles de ficción- en el que inventa un amigo invisible, el caballero negro, y una historia de princesa raptada, rescatada y casada con quien venza un duelo de espadas. Un castillo que le permite a Luciano ir hacia otra realidad, en el sentido cortazariano, y volver transformado, dando cuenta, de algún modo, de lo que dice Nuala O’ Faolain, en el último libro de Michele Petit –Leer el mundo (FCE, 2015):  “Pareciera que los humanos necesitan ir hacia los otros una vez que se abre la puerta de la imaginación.”

La historia del caballero negro va ganando terreno en el relato y va configurando una historia que se teje con la historia de Luciano y el Flaco, realidad y ficción se van confundiendo para dar cuenta de cómo la imaginación nos permite reinventarnos e imaginar otros mundos posibles.

La reedición de Comunicarte permite rescatar un texto bien narrado y potente, y las ilustraciones de Degliuomini dan cuenta de los dos niveles de ficción con un juego de colores donde los grises acompañan el relato de la vida cotidiana y la paleta cálida nos lleva hacia el universo ficcional de Caballero Negro y sus hazañas.

Caballero negro es otra manera de pensar en cómo la literatura habla de un tema tan de moda actualmente cómo es las configuraciones familiares diversas.

¿Qué otros textos conocen donde se aborde el tema del divorcio o familias diversas?