domingo, 1 de julio de 2012

Raros cuentos raros





En estos días me llegó un hallazgo de regalo: Cuentos de August Strindberg con las ilustraciones originales de 1915 realizadas por Thorsten Schonberg (Nordica libros, 2012).


Para muchos de nosotrxs, Strindberg es conocido por sus obras de teatro como El padre (1887), La más fuerte (1888) y La señorita Julia (1889) en las que se escenifica la vida matrimonial, las relaciones interpersonales, el lugar de la mujer, la inadaptación a la vida social, el malestar existencial y la crueldad humana desde una lente psicológica.





En este libro de cuentos nos encontramos con un universo ficcional alejado de lo que conocemos de August Strindberg, autor teatral. Se trata de trece cuentos –aunque la contrata afirma que son doce- entre el género cuento popular de advertencia, leyenda y fábula.

Primera sorpresa: en la contratapa se dice que son doce cuentos, en el índice solo figuran doce, pero a medida que vamos leyendo los cuentos nos encontramos sorpresivamente con un texto que no figura en el índice y que se entromete en nuestra lectura. Se trata de “El triunfador y el bufón”.

Segunda sorpresa: la lectura de estos cuentos depara un recorrido por historias con matices maravillosos, góticos, satíricos, realistas y filosóficos que desconciertan al lector. Si bien algunos textos muestran la filiación con el cuento de hadas como “Licenea encuentra la saxífraga dorada” o “El gran cedazo para grava” u otros relatos nos llevan al universo de la leyenda como “La leyenda de San Gotardo”; otros relatos se acercan a la fábula moral como, por ejemplo, “Yúbal sin yo” y “Fotografía y filosofía” aunque con pinceladas existencialistas. Una sorpresa es “El dormilón” donde la fábula moral se entrelaza con el cuento de fantasmas. Lo metaliterario también tiene lugar en este tomo de cuentos: “Las tribulaciones del práctico” que tematizan el acto de narrar y “Medio pliego de papel” sobre las relaciones entre escritura y vida.

Tercera sorpresa: las ilustraciones originales de la edición de 1915 de Thorsten Schonberg que nos sorprenden página a página. Viñetas, pequeñas escenas enmarcadas, una estética donde se confunde la oscuridad medieval y las escenas naif, una paleta fría que se combina con pequeños dibujos conceptuales en colores cálidos.

Cuentos raros, difíciles de clasificar, que interpelan y descolocan al lector. Un hallazgo para descubrir.

Val



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