martes, 5 de junio de 2012

Hallazgos de un día cualquiera VI: ¿cómo se debe educar a las niñas?



Viernes por la tarde. Av. Santa Fe y Pueyrredón. Mientras espero que se haga la hora para entrar a dar clases por ahí cerca, me detengo un rato a mirar la librería Libro Shop, arcón inagotable de hallazgos librescos de esta sección.
Casi sobre la vereda, en una mesa de ofertas de 1 x 15$ o 3 por 40$, entre libros de autoayuda, policiales de serie negra, best sellers, revistas y algún otro género más, casi en el centro de la mesa, me llama la atención un libro de tapas duras, brilloso, con una portada antigua titulado El pensil de las niñas de Agustín Escolano Benito, un investigador español de manuales que hace historia de la lectura y pertenece al cuerpo docente de la Universidad de Valladolid. Este pensil me recuerda, inmediatamente, otro pensil que busqué el año pasado, con fruición, y sin suerte, por las callejuelas del barrio Gótico de Barcelona y más allá de sus límites, en cuanta librería se cruzaba a mi paso, que me habían recomendado dos colegas de la Universidad del Comahue, titulado El florido pensil de Andrés Sopeña Monsalve.
Cuando mis ojos se posaron en esa portada azul claro, recordé al otro pensil y, sin pensarlo mucho, decidí comprarlo. Solo costaba $15 y, sospechaba, iba de ser un hallazgo imperdible. Y así fue.
El pensil de las niñas recorre a lo largo de sus 256 páginas la historia de cómo se educó a las niñas españolas durante buena parte del siglo XIX y XX e indaga en las guías y manuales que se pensaban como programa educativo destinado a las niñas de clase media, futuras esposas y madres en las familias de la pequeña burguesía y de las clases acomodadas. Estos textos recopilaban máximas y diálogos que mostraban modelos de comportamiento y buenas costumbres como así también pautas de urbanidad para las niñas lectoras. Se trataba de presentar un pensil -es decir un florilegio o sendero de flores- "por el que caminar hacia la virtud y el decoro". Es decir, como señala Escolano Benito, "un discurso pedagógico envuelto en metáforas venía a disfrazar lo que en su esencia no era otra cosa que una moral en acción anclada en las convenciones establecidas de la época y sujeta a rigurosas disciplinas."
Algunas máximas y fragmentos para compartir:

Ni fiel, ni supersticiosa
Debes ser, sino virtuosa.

Si en calma vivir anhelas
No te des a las novelas.

Toda novela amorosa
A una niña es peligrosa.

La mujer hacendosa
María limpia el suelo admirablemente. Su mamá le dice que las niñas deben saber estas cosas, pues la que no saba hacerlas no sabe mandarlas.

Cual la flor y el ave, ó niñas,
sed con vuestros preceptores
dóciles y agradecidas.
Ellos son como antorchas
que en las tiniebas os guían.

En tiempos en que, como en la actualidad, sigue estando presente la preocupación en torno a las lecturas convenientes o adecuadas para las niñas y niños, el recorrido por este libro es una buena oportunidad para alejarnos de la moralina literaria y dejar que las niñas recorran textos literarios donde se habla de la construcción de género, la otredad, la muerte, la guerra y tantos otros temas que siguen siendo tabú para muchos mediadores o editores en torno a la literatura para niñxs.
Besos,
Val




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