lunes, 17 de enero de 2011

Arte para niños







La semana pasada estuve de visita en la librería Fedro, mirando libros y encontré dos libritos de una nueva editorial, Le Comte editores, que me parecieron interesantes.
Se trata de Juanito Laguna aprende a leer y Sacando la red, dos relatos basados en un cuadro de Antonio Berni y de Pridiliano Pueyrredón respectivamente. Si bien desde el punto de vista literario no presentan estéticas o poéticas relevantes, son interesantes como producto editorial en el sentido de que toman como base dos obras pictóricas de dos destacados pintores argentinos y construyen un relato a partir de la imagen visual. Este formato, creo, puede ser un modo de acercar las obras de arte a los niños a partir de un relato posible que se construye en el cuadro.
Recuerdo que en mi infancia, mi madre nos compraba unos libros que a partir de la obra de un pintor relataban una historia. Así nunca pude olvidarme de El plato de polenta de Giovanni Gandini editado por Edhasa con pinturas de uno de mis pintores favoritos, Brueghel. También había otro con pinturas de Van Gogh que no recuerdo el título.
Estos últimos años se han editado otros libros que buscan acercar la obra de arte a los niños a partir de contar la vida y explicar las obras a los lectores como, por ejemplo, Antonio Berni y Xul Solar dentro de la colección Arte para chicos de editorial Albatros creada por Vali Guidalevich.
Esta nueva propuesta editorial de Le Comte editores se suma a esta búsqueda de educar en el arte a los niños.
¿Conocen alguna otra colección en esta línea?
Besos,
Val

jueves, 13 de enero de 2011

A París ella se fue...

María Elena Walsh
(1930-2011)

Y un día se fue. Quedan sus textos, sus canciones, sus poemas. Y los recuerdos que cada uno de nosotros atesoramos en nuestra memoria donde, en algún rinconcito, escondemos una estrofa de alguna canción, un verso de algún poema, o algún relato.
Recuerdo que en casa de mi abuela materna poníamos los discos de María Elena y cantábamos mientras jugábamos. "Estamos invitados a tomar el té..." era el disparador para el juego y el divertimento.
Recuerdo, también, la lectura de Dailan Kifki un libro que me apasionó de chica y cuando volví a leerlo de grande también me conmovió.
Zoo Loco y el recuerdo de unos limericks que hicieron unos chicos de una escuela secundaria de La Plata después de leer ese libro.
Seguramente cada uno de nosotros tiene algún recuerdo. ¿Y ustedes qué recuerdos tienen de su infancia con María Elena?
Besos,
Val

lunes, 10 de enero de 2011

Luna, lunita




Como comentaba en un post de hace unos días, como me gusta regalar libros también me gusta recibirlos. Para Navidad, Papá Noel me trajo, entre otros libros, un libro bellísimo: Diálogos con la luna. Libro de imágenes sin imágenes de Hans C. Andersen editado por José J. de Olateña Editor, Barcelona, 2010.
Se trata de un libro pequeño con ilustraciones de Andersen que, como dice el subtítulo no son imágenes sino, en realidad, figuras recortadas en papel que Andersen realizaba cuando narraba cuentos oralmente a sus amigos.
Diálogos con la luna es la historia de un pintor que se va a vivir a la ciudad y cambia el paisaje de bosques y campos por el urbano. Una noche que se siente solo abre la ventana y descubre a la luna. Como dice el narrador: “Era la luna que me miraba. No había cambiado nada, la querida vieja luna, tenía exactamente la misma cara que me mostraba cuando me observaba a través de los sauces en los páramos de mi tierra.” El narrador, a partir de ahí, entabla un diálogo con la luna y ésta le promete que todas las noches cuando saliera le haría compañía unos minutos. Así, a través de treinta y dos noches que en el libro se presentan en treinta y dos capítulos la luna le cuenta una historia al pintor. Algunas noches son historias que parecen haber salido de Las mil y una noches, otras veces se trata de relatos de viajes o descripciones de ciudades, otras son historias fantásticas. Un abanico de relatos que cuenta la luna para el pintor que se siete desanimado y solo en su habitación alejado de su tierra natal. Cada capítulo es una caja de Pandora donde no sólo descubrimos historias impensables sino también imágenes recortadas donde Andersen se detiene en detalles del relato o imagina escenas o figuras en diálogo con lo que cuenta la luna.
Un bello libro que por suerte llega a algunas pocas librerías de Buenos Aires, Librería Guadalquivir (Av. Callao 1012) es una de ellas.
Un bello libro que, como tantos otros para niños, cuenta historias donde la luna es protagonista. Por recordar sólo algunos: La mejor luna de Liliana Bodoc o el cuento "Blanco", también de Bodoc incluido en Sucedió en colores.
Espero que les guste. ¿Qué regalos recibieron ustedes? ¿Qué libros regalaron? ¿Qué otros textos recuerdan donde la luna es protagonista?
Besos,
Val

viernes, 7 de enero de 2011

Hallazgos de un día cualquiera III: Luján en Río Ceballos, Córdoba






















Lunes 3 de enero. Llueve en Río Ceballos. Salimos a caminar un poco por el pueblo. Unos días antes, cuando llegamos a esta villa serrana a pasar el fin de año, vimos desde la otra vereda la librería Asis, pero está cerrada. Prometimos volver y acá estamos.
Es una librería pequeña pero bastante bien provista. Recorro las mesas y los anaqueles y descubro un sector donde hay libros de Jorge Luján de editoriales extranjeras, mexicanas especialmente, que acá no se consiguen. Me llama la atención porque son libros que nunca vi en ninguna librería de Buenos Aires. En eso se acerca Gonzalo, el librero, y me cuenta una historia que explica esta presencia de los textos de Jorge Luján: este escritor es de Río Ceballos pero vive en México desde el golpe de estado de 1976 y cada año, ya en democracia, viene a pasar las fiestas con su familia a su ciudad natal. Cada viaje visita la librería Asis y le deja a Gonzalo en consignación libros que publica en México o España que acá no tienen circulación. Cuenta Gonzalo que Jorge anota en un papelito lo que deja y al año siguiente pasa a ver qué se vendió. Gonzalo me cuenta que él acepta libros en consignación de los autores y que tiene material de muchos escritores de la zona.
Sigo mirando y finalmente elijo cuatro libros: Palabras manzana editado por Anaya en 2003 con ilustraciones de Manuel Martín, Alba y ocaso editado por Groundwood Book y Douglas & McIntyre en 2003 ilustrado por Manuel Monroy, En la colina con ilustraciones de Emiliano Ponzi editado por Artes de México en 2005 y El hombrecito Ix con ilustraciones de Manuel Monroy editado por Nostra ediciones México-España en 2009.
Cuatro libros que muestran una estética y una poética donde las palabras se asocian de maneras inesperadas y no convencionales, las temáticas incluyen miniaturas poéticas sobre la vida cotidiana pero también temas como la muerte, las creencias y la opresión.
Palabras manzana, según cuenta Luján, nació a partir de su percepción de que “las palabras son alimentos sutiles, a veces dulces, a veces ácidos. También son tentadoras: pueden hacernos perder un paraíso, o regalarnos otro. Un poco eso fue lo que pasó: les di un mordisco, luego otro y, cuando me di cuenta, había escrito un libro de poemas.” Se trata de un libro de poemas ilustrado por Manuel Martín, escultor mexicano que dibuja formas extrañas cuya primera versión son “esculturas que [construye] a base de planos en metal recubiertos con dibujos y esgrafiados en grafito y lápiz de color”, donde el lector se pierde en formas y ritmos diversos. Poemas que son caligramas, algunos en verso libre, otros que resignifican y reelaboran el folklore infantil donde se incluyen, por ejemplo, retahílas; también poemas que son expresiones de deseo, juegos de palabras donde el lenguaje se deconstruye para crear nuevas palabras y nuevos mundos semánticos. Un libro exquisito que lamentablemente no se distribuye en Argentina.
Alba y ocaso se trata de dos historias donde los niños son protagonistas en un mundo de juego, el juego de las escondidas y la calesita. En el primero, “Una manzana en el manzanar” poema narrativo ya incluido en Palabras manzana pero aquí se transforma a partir de las ilustraciones de Monroy que nos acerca otras lecturas posibles donde el juego y la palabra mágica crean un universo de ficción en el que la identidad muta. El segundo relato, “La-más-pálida”, incursiona en el tema de la muerte y la decisión de quién debe partir primero. Las ilustraciones de Monroy, con matices expresionistas pero también con toques naif son el complemento perfecto de los textos de Luján.
En la colina relata, en primera persona, la historia de un niño campesino que piensa en su existencia en el campo y desea tener una bicicleta para pasear por el campo como hacen otros chicos. En un monólogo interior, el relato se va estructurando para mostrarnos los pensamientos y sueños del niño campesino que dibujan en la tierra una bicicleta gigante de color rojo. Entre la ensoñación y la realidad, se teje la historia de este niño y su bicicleta. Las ilustraciones de Emiliano Ponzi se mueven entre lo luminoso y lo oscuro, donde la luz del sol transforma la realidad y la oscuridad trae voces y pensamientos desconocidos u ocultos.
Por último, otra joyita de Jorge Luján que encontré en esta librería es El hombrecito Ix con ilustraciones de Manuel Monroy que nos remiten a mundos de pueblos originarios y campesinos y a una cierta estética japonesa por el uso del color y de la técnica de la acuarela. Además, el diseño de este libro es con el formato acordeón o carrousel que permite leerlo de los dos lados.
En El hombrecito Ix se relata la historia de un pueblo dominado por opresores que deciden los destinos de la comunidad y, a su vez, las creencias de las personas que viven en ese lugar donde la desconfianza, el amor, el poder, la incomprensión llevan a actuar de determinada manera sin medir las consecuencias de sus actos. El hombrecito es, de algún modo, aquel que intenta mostrar otros valores frente a viento y marea.
Cuatro hallazgos de Jorge Luján en la librería Asís (Av. San Martín 4418, asislibros@gmail.com) de Río Ceballos.
Para saber un poco más sobre la vida y obra de este escritor pueden mirar su página http://www.jorgelujan.com/

Espero que les haya gustado este post un poquito largo y me cuenten qué hallazgos han hecho en alguna librería de donde se fueron de vacaciones o de su ciudad.
Besos,
Val