Sobre Azul la cordillera de María Cristina Ramos publicado en Norma, Buenos Aires, 2009.
Hace algún tiempo, una compañera de la cátedra, Valeria, me venía hablando de una escritora argentina, María Cristina Ramos, y de los textos interesantes que tenía publicados. Hace unas semanas, de visita en la librería Fedro, encontré este libro que hoy reseño. Leer Azul en la cordillera fue, para mí, un descubrimiento que me invita a seguir leyendo otros libros de esta autora.
Catorce relatos o catorce capítulos que relatan catorce historias y, a la vez, una sola historia: la historia de una escuela albergue en la Patagonia argentina donde cada niño y cada maestro acercan nuevas historias que enriquecen la vida en la escuela.
El texto Azul en la cordillera nos acerca relatos donde las montañas, el frío, el aislamiento, la pobreza, el conocerse a sí mismos y la memoria están presentes. Cada una de las historias que Ramos relata en este libro se cuentan con una prosa fuertemente poética que nos interpela desde lo que se cuenta y nos conmueve, también, desde cómo se lo cuenta. "El albergue" da inicio al relato y nos muestra los temores de un niño en su viaje a la escuela y en su primera noche lejos de su casa; "Adolfo" nos acerca la historia de un niño que extraña a su familia y quiere que llegue el día de volver a casa; "Donatila" da cuenta de la necesidad de hacer memoria y conservar la historia del pueblo mapuche y reconocer que esa tierra que pisa es propia; "Carmen" es la voz de una muchacha que ha tenido hace poco a un niño pero trabaja de empleada doméstica; "Deletrearte" nos acerca la historia de una maestra y el descubrimiento de su vocación, entre tantas otras historias.
La novedad de este relato en el campo de la literatura infantil argentina es que toma un escenario poco trabajado como es la Patagonia, un territorio aislado donde la pobreza, el trabajo duro, las historias de vida sometidas a la inclemencia del tiempo, la cultura mapuche y la memoria de un pueblo casi no están tematizadas. Además, nos acerca a estas tierras a través de las voces de sus protagonistas con una prosa poética que suspende los sentidos para dar lugar a las lecturas singulares de cada uno de sus lectores.
De todas las frases que marqué en el libro, comparto una con ustedes: "Tal vez será el calor rasante que sopla en la memoria, pero me quedo quieto para entrar al sueño y siento que otra vez está corriendo el agua. Y no sé dónde estoy. "
Los relatos de Ramos están muy bien acompañados por las ilustraciones de Mónica Weiss. Vale la pena adentrarse en esta cordillera azul.